Morir no es lo que más duele, por Inés Plana. Espasa
Un
hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos
arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillos se halla un papel con el
nombre y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga, que vive a pocos
kilómetros del escenario del crimen. Frágil, solitaria, bebedora de vodka
en soledad, Sara rehúye cualquier contacto con las personas y trabaja
desde casa. El teniente de la Guardia Civil Julián Tresser se hace cargo
del caso, asistido por el joven cabo Coira, que se enfrenta por vez
primera a una investigación criminal, una investigación difícil, sin
apenas pistas, con demasiados enigmas. A medida que el teniente Tresser
avance en sus indagaciones, descubrirá unos hechos que darán un trágico
vuelco a su existencia y le conducirán a un viaje a los infiernos que
marcará su vida para siempre.
Extraordinaria novela con una trama hipnótica encajada como un puzle y unos personajes con alma que se debaten entre el bien y el mal.
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