Delparaiso.
Juan del Val dirige su mirada, lúcida e implacable, a este mundo tan hermético como inaccesible para construir una narración absorbente, a veces divertida y a menudo incómoda.áBajo su aparente sencillez, prácticamente en cada páginaáel lector tendrá que enfrentarse a un dilema moral que le harááleer con el corazón en un puño.
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