AUMENTA LA VENTA DE LIBROS DE GASTRONOMÍA…
Más allá de degustar la comida y querer aprender a
cocinar, los españoles están cada vez más
interesados en aprender filosofía e historia culinaria, cultura gastronómica.
Las editoriales han ampliado su catálogo en esta línea, e incluso inaugurado
nuevas colecciones que alimentan la curiosidad del lector por la intrahistoria
del mundo culinario, como se ha visto en la 72ª Feria del Libro de Madrid.
En las librerías como www.argot.es, en
el Parque del Retiro, escenario de la cita madrileña, también triunfan las
obras especializadas tipo Objetivo:
cupcake perfecto (Aguilar), de la bloguera y responsable de una escuela de
repostería creativa Alma Obregón. Unos 37.000 ejemplares para el recuento de la
editorial que tiene una colección dulce, Chic&Delicious.
Para Maite Suñer, editora, “la
gastronomía es un mercado importante, que supone unos 25 millones de euros
anuales. Ayuda a un sector que está sufriendo mucho con la crisis”. El
creciente interés por la gastronomía, la compra de libros para aprender a
cocinar porque ya no enseñan la madre ni la abuela y el guisar en casa y con
amigos para ahorrar son factores que “a los editores les vienen bien”. Al igual
que “el fenómeno de los blogueros populares”, como la citada Obregón, El
Comidista o Falsarius Chef.
Al lado de estos fenómenos y de otros, como los
recetarios de chefs de primera (como Adrià) y clásicos (las 1.000 vidas de 1.080 recetas de cocina, de Simone Ortega), es donde se
sitúa la tendencia de la cultura gastronómica para digerir el conocimiento.
Ahí está el ensayo La
importancia del tenedor (Turner), de Bee Wilson (responsable de la
columna The kitchen thinker en The Sunday Telegraph). “Es una historia cultural de las cocinas, de las
vidas cotidianas. Un libro muy bien narrado y con capacidad de comunicación”,
opina Pilar Álvarez, de Turner. “Nos interesa”, cuenta Álvarez, “un lector con
curiosidad, con cierto nivel de indagación, y este perfil está en aumento. Este
tipo de libros se pueden leer igual ahora que dentro de cinco años”.
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