Cuando éramos ángeles, por Beatriz Rodríguez. Seix Barral
Todos los pueblos guardan
secretos inconfesables que mantienen a sus vecinos en una constante calma
tensa. Rencores que perviven durante generaciones o que se soportan desde la
infancia o adolescencia y que en ocasiones estallan en los momentos más
insospechados. Este es el argumento principal de una novela bien construida que
Beatriz Rodríguez construye con maestría.
¿Cuándo se empieza a gestar un crimen, cuando se decide cometerlo o muchos años antes, cuando éramos ángeles? Una mirada retrospectiva. Una novela de intriga sobre la pérdida de la inocencia.
Clara, una joven periodista, vive en un pueblo de menos de mil habitantes, donde lleva una vida tranquila. Dirige el periódico digital local, aunque aspiraba a mucho más, y no se relaciona con casi nadie, a excepción de Chabela, la dueña del hostal Las Rosas, donde come y duerme, e intenta olvidar la reciente muerte de su marido, bebiendo por las noches y saliendo a correr por las mañanas. La aparición del cadáver de Fran Borrego, uno de los dueños de las tierras que rodean el pueblo de Fuentegrande, hará que esa vida aparentemente tranquila le muestre una sociedad repleta de envidias, intrigas y tramas incompletas que provienen de un pasado que desconoce.Mientras Clara inicia una investigación sobre la muerte del cacique, entrevistando a distintos personajes que pueden estar involucrados en su asesinato, nos adentramos en un flashback, ambientado en los años noventa, que muestra la verdadera historia de cada uno de ellos, así como el descubrimiento, por parte de este grupo de adolescentes, del sexo, el amor, la ira, la amistad, la decepción y la venganza.
Clara, una joven periodista, vive en un pueblo de menos de mil habitantes, donde lleva una vida tranquila. Dirige el periódico digital local, aunque aspiraba a mucho más, y no se relaciona con casi nadie, a excepción de Chabela, la dueña del hostal Las Rosas, donde come y duerme, e intenta olvidar la reciente muerte de su marido, bebiendo por las noches y saliendo a correr por las mañanas. La aparición del cadáver de Fran Borrego, uno de los dueños de las tierras que rodean el pueblo de Fuentegrande, hará que esa vida aparentemente tranquila le muestre una sociedad repleta de envidias, intrigas y tramas incompletas que provienen de un pasado que desconoce.Mientras Clara inicia una investigación sobre la muerte del cacique, entrevistando a distintos personajes que pueden estar involucrados en su asesinato, nos adentramos en un flashback, ambientado en los años noventa, que muestra la verdadera historia de cada uno de ellos, así como el descubrimiento, por parte de este grupo de adolescentes, del sexo, el amor, la ira, la amistad, la decepción y la venganza.
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